Si el Festival de Mar del Plata había comenzado con el pie derecho en su inauguración, con Emilia Pérez, un drama musical de Jacques Audiard, hablado mayoritariamente en español, la primera proyección de la Competencia internacional estuvo, casi, casi, a la altura.
Porque al filme que sigue la historia de un jefe narco mexicano que está casado con una mujer que lo engaña (Selena Gomez) que quiere y se transforma en mujer (la actriz transgénero Karla Sofía Gascón), gracias a la ayuda de una abogada (Zoe Saldaña) lo continuó ayer en el Auditorium Saturday Night, lo nuevo de Jason Reitman, quien estuvo anteanoche en la gala de inauguración.
A quienes hayan visto algún episodio del, hoy, mítico programa de comedia transmitido en vivo desde Nueva York, que está a poco de cumplir 50 años ininterrumpidos al aire, tal vez se sorprendan con todos los problemas que tuvo su mentor, Lorne Michaels, la misma noche antes de salir, en vivo, al aire por la NBC.
Saturday Night es un auténtico y disfrutable caos contando el verdadero caos que fue la previa de ese primer episodio. El filme del director de La joven vida de Juno y Amor sin escalas sigue en tiempo real la hora y media que antecedió al éxito que cambiaría para siempre a la comedia en televisión.
Están, obviamente interpretados por otros actores, comediantes que se forjaron y formaron parte de esa contracultura que fue -y es- Saturday Night (el Live del final se agregaría luego).
No falta nadie: John Belushi, Dan Aykroyd, Billy Crystal, Chevy Chase…
Algunos son fáciles de reconocer, y no porque se los nombre, sino porque el proceso de casting, que contará luego Reitman, le demandó un año entero y fue sumamente fructífero.
Aparecen John Belushi, Dan Aykroyd, Chevy Chase, Billy Crystal, Andy Kaufman, Jim Henson, el creador de Los Muppets, Gilda Radner y el propio Lorne junto a su esposa y guionista Rosie Shuster.
La NBC no confiaba para nada en el programa, que no tenía guion más que un orden de sketches, y que si se le dio una primera oportunidad fue porque estaba en conflicto con Johnny Carson, el padre de los talk shows. Y es más: Dave Tebet (Willem Dafoe) tenía listo en el control del canal la repetición de un programa de Carson para poner al aire a las 23.30 de ese sábado 11 de octubre de 1975.
Vétigo, droga y diálogos filosos
La película es una comedia, alocada desde todos los sentidos, que incluye vértigo, adrenalina, droga, atisbos de infidelidades y unos diálogos realmente filosos, que reconstruyen más o menos al pie de la letra lo que aconteció.
Reitman dialogó con el codirector artístico del Festival, Gabriel Lerman, y con el público que presenció la proyección en el foyer de la Sala Astor Piazzolla. «Fue el trabajo más difícil de mi vida», dijo, y contó, por ejemplo, que el músico Jon Batiste, que interpreta a Billy Preston, el músico considerado el quinto Beatle, que fue invitado especial a aquel primer programa de SNL, compuso la banda de sonido del filme… mientras actuaba en la película.
“Si en el programa se improvisaba mucho, Jon (que ganó un Oscar por la música de Soul, de Pixar) decidió que tenía que hacerla así. Y la fue escribiendo a medida que seguía lo que íbamos filmando”, contó Reitman.
“En total hay 80 actores con líneas de diálogo, y tratamos de poner micrófonos y cámaras en varios lugares del set en 360° en el que reconstruimos los pisos octavo y noveno del Rockefeller Center -donde está la NBC- con las cámaras y las luces de aquel entonces”.
Un actor de «Succession» hace de Jim Henson y de Andy Kaufman
Otra de las particularidades que tiene la película, que tal vez se estrene en el primer trimestre del 2025 en la Argentina, o tal vez no, es que el actor Nicholas Braun interpreta a dos personajes centrales. Por un lado, quien fuera Greg Hirsch, el primo de los protagonistas de Succession, es reconocible como el comediante Andy Kaufman. Pero detrás de la peluca y la barba de Jim Henson es casi imposible saber que se trata de él.
¿Por qué el director le dio los dos papeles? No fue tanto porque confiara en él, sino porque quien iba a encarnar a Henson tenía otro proyecto, y le coincidían las fechas de rodaje.
Reitman tiene su explicación: «Si en Saturday Night Live aún hoy en día más de un actor interpreta a varios personajes, ¿por qué Nicholas no podía ser Jim Henson y Andy Kaufman?»
En el filme aparece también una «cuidadora de contenido», que leía los diálogos en el libreto antes de que el programa saliera al aire. Una censora, ni más ni menos, contratada por la NBC a la que le mienten para explicarle qué es una «lluvia dorada», y más.
«Cuanto más progresista es la comedia, a veces tenemos que dejar lo que nos parecía gracioso, por un tema de prejuicios, a pesar de nuestra mente abierta», reconoció.
¿Willem Dafoe improvisada? «El improvisa sonidos y movimientos. De Willem lo que te sorprende es la volatilidad. De repente se queda callado, y arranca a hablar, parece que estuviera jodiendo a los actores».
Al preguntarle cuál es su próximo proyecto, será sincero y dirá «dormir» (la función arrancó, puntual a las 9 AM) y más serio contaría que sigue enganchado con las películas de los Cazafantasmas, que inició su padre, Ivan, él dirigió la anteúltima, Ghostbusters: El legado, y contó que con otros directores compró una sala de cine en Los Angeles, que están refaccionando para volverlo a abrir.
«Es hermoso, como el cine en el que estuvimos hoy. Los invito a que vengan a conocerlo, e invito con pochoclo a todo el que vaya. Que quede claro, solo pochoclo», bromeó al final, antes de retirarse aplaudido y firmando decenas de autógrafos.