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“Disparatadas”. Mientras los productores bonaerenses aguardan a ver cómo evoluciona en los próximos días el tratamiento del Presupuesto 2025 de la provincia y si el gobernador Axel Kicillof logra que le aprueben la Ley Fiscal, su preocupación se centra también ahora en el fuerte incremento que van a tener las tasas municipales en los diferentes distritos. Y, mientras la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) realiza un específico relevamiento de las subas de la tasa vial, en algunos lugares, como Henderson, ya muestran aumentos de más del 200%, y la lista de importantes incrementos continúa en San Pedro, General Viamonte, Lincoln, Chacabuco, entre otros.
En detalle, en Chacabuco, vecinos y productores de ese distrito alertaron “del impuestazo del intendente Darío Golía mediante una tasa municipal que funciona como impuesto en cascada, acumulativo, a través de la cadena productiva, que solo empobrece a los chacabuquenses y resta competitividad a las empresas locales”.
“Este impuestazo es en teoría una tasa municipal de seguridad e higiene que no presta ningún servicio o no tiene proporcionalidad. Por lo tanto se convierte en una herramienta recaudatoria, es decir, un impuesto. Es ilegal que los municipios cobren impuestos”, indicaron.
En este sentido, Horacio Salaverri, extitular de Carbap y actual integrante de la Comisión de Impuestos de la entidad, destacó: “Son disparatadas [refiriéndose a las tasas]. Hace más de cinco años que venimos hablando de esta presión tributaria municipal. Pero en 2024 y en este año que acaba de empezar se ha hecho evidente imperiosa necesidad de los intendentes de juntar dinero. Coincidió en cierta manera que las partidas se redujeron de la provincia y de Nación y no se ocuparon en tratar de hacer una reducción de gastos en sus intendencias”.
Como si fuera poco, la intranquilidad en el sector se multiplica por la aparición encubierta y no tanto desde ya hace tiempo de las llamadas “sobretasas” que, dentro de las mismas facturas, acrecientan los valores de la tasa vial propiamente dicha. Combatir la cotorra y la acacia negra, salud, bomberos, educación, asistencia, seguridad, entre muchos otros rubros, parecieran tener solo el límite en la imaginación de los intendentes. Los ítems de los más variados nada tienen que ver con la contraprestación del servicio que es la reparación de caminos rurales y se muestran uno abajo del otro como parte complementaria de la factura, según los productores.
Salaverri recordó que el tema de esos adicionales en las facturas de la tasa vial viene de hace largos años atrás, que lo empezaron a utilizar algunos jefes comunales y “el sector lo aceptó o lo pasó de largo”.
En un principio se agregaba un pequeño monto para destinar fondos para el control de la cotorra y de la acacia negra. Así arrancó la idea. Luego agregaron otra para los bomberos y el productor lo aceptó por ser una fuerza que no tiene asistencia fija y de alguna manera se sintió obligado a colaborar. Pasó el tiempo y eso que era un extra se convirtió en habitual.
“Las sobretasas comenzaron a deformar cada vez más el fin que tenía la tasa. Por eso empezamos a prestarle atención porque hoy una boleta puede contener hasta cinco sobretasas”, comentó. En Suipacha, por ejemplo, empezaron a aplicar una sobretasa de seguridad.
La realidad, para el dirigente, pasa que los fondos que llegan del gobierno de la provincia de Buenos Aires a los comandos de patrullas rurales son escasos, por lo que algunas intendencias asisten a la Policía local con combustible, repuestos y service. “Y ahora, viendo esos gastos, pusieron una sobretasa vial para seguridad. Supuestamente, el argumento es que, para que ande la Patrulla Rural en los distritos necesitan la asistencia de los municipios. Esta sobretasa en muchos casos tiene un valor importante, de más del 10%. Sobre todo que la Corte Suprema ya dijo que el servicio de seguridad está a cargo de la provincia, no de los municipios”, detalló.
Existe otra cuestión a tener en cuenta. Si bien por ahí la tasa vial no tiene un gran incremento, estas tasas específicas tienen una suba mayor y se termina pagando más, no por el servicio, sino por estas tasas adicionales que le colocan de manera extraordinaria.
“Y no tiene nada que ver con la contraprestación del servicio, pero al venir de manera conjunta, uno no puede evitar el pago. El problema es la deformación de la tasa porque el municipio usa a la tasa vial como base imponible para aplicar el porcentaje de suba a lo complementario. Se está deformando el verdadero sentido de la tasa vial”, detalló.
En este escenario, señaló que, si bien hicieron los respectivos reclamos en varios distritos, nunca se llegó a una solución. “Cada año los intendentes tienen la inventiva para ir creando y modificado las tasas, sin cambiar su estructura municipal o directamente pedir a Kicillof un cambio en la coparticipación provincial. Es uno de los temas que nos va a seguir ocupándonos porque realmente es una deformación que no tiene nada que ver con la prestación del servicio”, cerró Salaverri.
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