Estupor, conmoción, incredulidad, asombro, horror y cientos de adjetivos más. Se acaban de viralizar unas imágenes impactantes de Mauro Icardi, unas pruebas irrefutables de un accionar controversial, que lo posiciona en el ojo de la tormenta y de todos los análisis.
En medio de una noche movilizante, absoluta disruptiva, de esas que marcarán un punto de quiebre con la oficialización del romance con la China Suárez, para lo cual el delantero se encargó de subir fotos de la actriz en su nueva mansión de Nordelta y con sus dos hijas (Francesca y Isabella), acaba de producirse un cimbronazo.
¿Qué pasó? El periodista Pampa Mónaco accedió a unos registros tremendos de Mauro, que lo muestran en una situación desconocida hasta el momento: la caza de animales. El comunicador posteó una gama importante de fotos del futbolista en pleno accionar de las armas.
Mónaco introdujo la revelación y explicó el material que consiguió: “Lo más fuerte que vas a ver del tema Wanda e Icardi. Las imágenes que comprometen a Mauro en la justicia de familia…¿Lo tienen a Mauro cazador no?”. En el contexto de todas las presentaciones que se realizaron en los tribunales para pelear por la custodia de las dos niñas.
En las instantáneas se percibe con claridad al futbolista con un rifle y además se denota que al matar a una liebre la arrima a su pequeña, una de las hijas de Wanda, por eso el periodista de policiales dimensionó: “Posando con la nena y el trofeo…Resulta que Mauro cazador llevaba a la mayor de las hijas a cazar con él. Y si cazaba algo la hacía partícipe, al punto de hacer que la nena haga cosas tremendas”.
Luego de las publicaciones de Mónaco, el caso adquirió otra magnitud, con los registros audiovisuales que exhibió, en su cuenta de Twitter, el periodista Martín Candalaft. Merced a su trabajo diario en tribunales consiguió los videos del futbolista degollando sus presas, con imágenes muy impresionables.
Esos fragmentos se configuran en diferentes momentos de Mauro, ya sea degollando un animal, así como quitándole las tripas a otro, con todas las manos ensangrentadas e incluso otra situación en la que utiliza una cuchilla filosa para cortar una cabeza.