Paula Chaves y Pedro Alfonso disfrutan de su temporada teatral en Villa Carlos Paz con la obra Un viaje en el tiempo.
Como cada verano, la pareja se instaló en Córdoba junto a sus hijos Olivia, Baltazar y Filipa, quienes además de acompañarlos en sus jornadas laborales, disfrutan del verano en las sierras. Sin embargo, un inesperado accidente opacó su estadía y preocupó a sus seguidores en redes sociales.
A través de su cuenta de Instagram, la modelo compartió una imagen de sus piernas lastimadas, revelando que sufrió una caída durante un paseo. «Lo que caminar en chancletas, bien de porteña, nos dejó», escribió junto a la foto, dejando ver raspones y moretones en su piel. Aunque no dio detalles sobre el accidente, todo indica que una mala pisada en terreno pedregoso provocó el incidente.
El percance de Paula Chaves en Córdoba
Más allá de las marcas visibles, el dolor la obligó a vendarse la pierna para poder continuar con sus actividades. Rápidamente, sus seguidores le propusieron también algunas formas caseras de alivianar el dolor.
El divertido cruce con Noelia Marzol tras su lesión
Para aliviar su malestar, Paula recibió la ayuda de Noelia Marzol, quien le realizó un vendaje en la pierna. Sin embargo, la situación terminó convirtiéndose en un divertido cruce entre las actrices. «No la puedo estirar, mamita, me duele», se quejaba Chaves mientras su compañera intentaba acomodar la venda.
«¡Ay! Vos estás acostumbrada a sufrir poque sos bailarina. No puedo pensar en otra cosa que no sea el dolor. No me va a alcanzar esta venda», le reprochó Paula a Noelia, visiblemente dolorida.
| La Derecha Diario
El humor continuó cuando Paula le reclamó a Noelia por gastar demasiada venda, a lo que la bailarina respondió: «Yo estoy esquinzada. Ella tiene un golpe, yo tengo el tendón roto». Entre risas, bromearon sobre quién estaba peor.
Además, de compartir detalles sobre su estado de salud, las divas pasaron tiempo juntas y junto a sus hijos, quienes se hicieron amigos este verano. A pesar del percance, el show pudo continuar y Paula aprendió una lección muy importante para la vida: ¡no usar sus adoradas chancletas en las sierras!