La crisis institucional que atraviesa San Lorenzo no da tregua y este lunes sumó un capítulo insólito. Marcelo Moretti, investigado por la Justicia por presunta administración fraudulenta y tras varios meses de licencia, intentó retomar el control del club. Para eso envió un mail en el que anunciaba su regreso y convocaba a una reunión de Comisión Directiva a las 11.
El presidente llegó acompañado de un escribano, que dejó asentada la ausencia del resto de los dirigentes. Ningún integrante de la CD se presentó, lo que puso en evidencia la fractura interna. Sin embargo, hasta la sede se acercó Pablo García Lago, vocal y ex secretario de la institución, quien buscaba «aclarar algunas cosas» cara a cara con Moretti.
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«Quiero tener una charla personal con él, porque le está haciendo un daño muy grande a San Lorenzo. Quiero que repita en mi cara las cosas que estuvo diciendo. Vine solo porque sabía que no iba a haber quórum, y no tengo problema en enfrentar lo que tenga que enfrentar«, expresó García Lago ante la prensa.
El dirigente fue más allá y pidió abiertamente la renuncia de Moretti: «Su ciclo en San Lorenzo está terminado. Depende de él dar un paso al costado. Es insostenible el día a día en el club. Si se vienen conmigo siete u ocho personas, no tengo ningún problema en presentar mi renuncia también. Pero él no puede seguir«.
Consultado sobre un eventual escenario de acefalía, aclaró que el estatuto del club no contempla elecciones anticipadas salvo que el vacío de poder se produzca seis meses antes del fin de mandato. En ese caso, lo que correspondería sería un gobierno de transición designado por la Asamblea.
El tenso cruce
Cuando García Lago intentó ingresar a la sede, se encontró con las puertas cerradas. «Me dijeron que fue por orden del presidente, pero Moretti hoy no es presidente. No me saben aclarar quién dio esa orden. Vamos a intentar entrar por otro lado«, disparó con bronca. Finalmente, tras algunos minutos de tensión, pudo acceder, aunque bajo la custodia de la seguridad del club.
El vocal relató que mantuvo una «discusión fuerte» con Moretti, quien acudió con dos personas como testigos y nunca aceptó quedarse a solas. «Le dije todo lo que tenía que decirle y le pedí la renuncia. San Lorenzo necesita recuperar la calma, y con él al frente es imposible«, sentenció.
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Mientras tanto, la interna azulgrana sigue en un estado crítico. Moretti asegura que está nuevamente en funciones, aunque el resto de la Comisión Directiva lo considera ilegítimo, ya que, al igual que su licencia, su regreso definitivo debería ser aprobado. La novela en Boedo, lejos de resolverse, suma cada día más capítulos de incertidumbre.