El anuncio del Gobierno respecto a una intervención en el mercado cambiario «para aportar liquidez» en la previa electoral trajo relativa calma. El martes, luego de que el Tesoro vendiese por lo menos US$ 100 millones, el dólar bajó $10 en los bancos y este miércoles opera sin cambios, a $ 1.375.
Mientras en la City digieren el impacto de la medida, analizan también cuál es el «poder de fuego» real con el que cuentan Luis Caputo y su equipo para domar el dólar y evitar que supere el «techo» de la banda de flotación antes del 25 de octubre, día de las elecciones legislativas nacionales.
Este miércoles fue el propio Secretario de Finanzas, Pablo Quirno, quien ratificó la política de «flotación» entre bandas cambiarias que impuso el Gobierno para el precio del dólar luego de la salida del cepo, en abril pasado.»Acá no hay ninguna rotura del esquema de bandas. El Banco Central seguirá comprando en el tope de la banda y vendiendo en el piso. Pero vamos a participar activamente para prevenir períodos de falta de liquidez y eso fue lo que anunciamos», sostuvo.
El funcionario también anticipó que la extrema volatilidad que vive el frente cambiario se mantendrá hasta finales de octubre, cuando se disipe la incógnita electoral.
De esta manera, si el dólar se mantiene por debajo del techo (que se actualiza diariamente a un promedio del 1% mensual y que este miércoles se mantiene en torno a los $1.466) será el Tesoro quien pueda salir a vender parte de los dólares que acumuló en estos dos últimos meses. En tanto, si superase ese techo, que está fijado en los $1.490 para el momento de las elecciones, el que está habilitado a vender es el Banco Central.
En el mercado estiman que el poder de fuego del Tesoro es menor al del Central, ya que este último tiene el respaldo de los US$ 14.000 millones que provienen del acuerdo con el FMI.
En la consultora Outlier recordaron: «Federico Furiase, director del BCRA, en una nota televisiva recalcó que el Tesoro había comprado US$ 3.000 millones, detallando que eran US$ 1.500 millones vía Bontes y US$ 1.500 millones en compras en bloques, y que tenía suficiente poder de fuego, aunque iba a realizar intervenciones pequeñas solo para proveer liquidez. Pero sus palabras fueron especificas en cuanto a que el Tesoro había comprado esa cantidad, no que los disponía».
En este sentido, advirtieron: «Las compras brutas pasadas no son un indicador de poder de fuego, sino su saldo neto. Qué es lo que el Tesoro tiene depositado en el BCRA, al menos en primera instancia: poco menos de US$ 1.700 millones».
Este «poder de fuego» parece acotado y dependerá entonces de la magnitud de esas intervenciones y de la duración de esta estrategia. Restan 34 ruedas hasta la previa de las elecciones y en la City estiman que en la de este martes el Tesoro aportó poco más de US$ 100 millones.
«Aunque Quirno no definió un plazo concreto para esta operatoria, estimamos que inicialmente se extendería durante los próximos tres días hábiles y, en función de los resultados de la elección bonaerense y sus implicaciones políticas y de mercado, podría prolongarse hasta las legislativas de octubre», remarcaron en PPI a la vez que alertaron que «el Tesoro cuenta con poder de fuego suficiente para sostener sus intervenciones en el mercado cambiario en los próximos días».
Entonces, ¿qué pasaría si la «defensa de las bandas» se extiende más allá de unas pocas ruedas? En la City no lo tienen muy claro. Por un lado, en PPI señalaron: «El Tesoro podría ampliar su capacidad de acción adquiriendo divisas al BCRA. En este sentido, las reservas líquidas, contabilizando DEGs (los fondos que aportó el FMI), se estiman en US$ 17.750 millones al viernes pasado».
Por otro, Jorge Vasconcelos, de IERAL, aseguró: «La capacidad de intervención del Tesoro es muy limitada, se estima que en torno a los US$ 1.700 millones por lo que es posible que el gobierno esté gestionando una línea especial de asistencia del Tesoro estadounidense, aun cuando la situación del país no encuadre con los casos de México y Uruguay, que accedieron a fondos frescos por esta vía durante (la crisis de) el Tequila y la crisis bancaria de 2002/03, respectivamente».
En tanto, detalló: «Respecto a la eventual intervención del Banco Central (por fuera del Tesoro) en el mercado de cambios, seguiría vigente el compromiso con el FMI, respecto a que estas operaciones sólo ocurrirían en el techo de la banda de intervención, entre otras cosas porque para vender dólares el BCRA tendría que recurrir a divisas desembolsadas este año por el propio Fondo».
NE