23/09/2025 14:18hs.
«Lo de Miguel es admirable. Las ganas y la pasión que le pone… Es impresionante». La frase que se repite en Boca Predio recobra vigencia. Porque un día después de pasar el lunes internado por un cuadro de deshidratación, el entrenador se presentó en el regreso al trabajo del plantel. Sí, no se tomó ni la primera jornada de descanso. Russo quiso estar y comanda la práctica en Ezeiza.
El entrenador de Boca se realizó hoy un nuevo control y, como todo estuvo bien, decidió estar en la vuelta a los entrenamientos, a pesar de que suele ser una jornada en la que prevalece el trabajo físico y podría haberse tomado esta primera jornada para descansar y recuperarse. Pero el técnico se presentó de todas maneras. Suele decir que estar en actividad es lo que mejor le hace y es lo que lleva adelante incluso contra cualquier otro consejo.
La cuestión es que Miguel evolucionó rápidamente de la razón por la que había quedado internado otra vez en la clínica Fleni y si bien el lunes a la tardecita ya había recibido el alta, quedaba la duda sobre lo que sucedería este martes: si iba a poder asistir o no al entrenamiento. Y terminó siendo uno de los primeros en llegar.
El equipo se entrena en Boca Predio. (Prensa Boca)
Una nueva internación que preocupó a todos
Como suele ser habitual, este lunes Miguel asistió al sanatorio donde se atiende generalmente para realizarse chequeos de rutina, pero algunos valores no dieron bien y le diagnosticaron un cuadro de deshidratación, según lo que informó el club. A diferencia de lo que sucedió la vez anterior, evolucionó rápido y enseguida recibió el alta médica, por lo cual se puedo ir a su domicilio.
En la primera ocasión, estuvo internado en la Fleni durante cuatro días y luego, a pesar de tener el alta, por recomendación médica se incorporó al trabajo recién seis días después. Ahora, fue todo mucho más rápido y se hizo presente en Boca Predio.
Miguel Angel Russo –
El ida y vuelta de Russo con un periodista tras el empate de Boca ante Central Córdoba
TNT Sports
La salud de Miguel, de todos modos, además de generar una nueva preocupación, pone a Boca en una encrucijada. Porque el domingo, en el 2-2 contra Central Córdoba, por primera vez se hizo visible que la situación empieza a rozar y afectar lo deportivo, un escenario que obliga a plantarse cuál es el límite.
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