Con el 2024 ya concluido para River en términos futbolísticos, los jugadores disfrutan de sus respectivas vacaciones: desde playas paradisíacas, pasando por ciudades natales y llegando a varios puntos de Europa. Este último destino fue el elegido por Manu Lanzini y su familia, quienes viajaron al Viejo Continente para pasar las fiestas con Tomás Lanzini, hermano del #10 que juega en Antequera CF de la Tercera División del fútbol de España. Mientras avanzan las negociaciones para que Manu siga en River por, al menos, un año más, a través de redes, los Lanzini muestran cómo disfrutan el tiempo juntos con mates, charlas e intercambio de camisetas.
Manu sostiene la #10 que de River, y Tomás, la #8 del Antequera. Foto, posteo y lluvia de likes. «Qué tesoro, hermano», comentó Tomás, el mayor de los dos, quien a sus 33 años ya cuenta con una extensa carrera futbolística: el mediocampista se formó futbolísticamente en las Inferiores de Argentinos Juniors, tuvo su debut profesional en 2010 con Platense. Luego, pasó por Unión San Felipe y Ñublense de Chile; Brown de Adrogué, Encamp de Andorra para luego desembarcar en el Antequera, club que defiende desde 2022.
Los hermanos Lanzini, juntos. @tomilanzini
Manu Lanzini ya negocia su renovación con River
Renovar y renovarse. Manuel Lanzini lo tiene claro. La inminente oportunidad de extender su vínculo con River estará atada a la necesidad de despegar. De transformarse definitivamente -y ya no de a chispazos- en el creativo que generó altísimas expectativas cuando volvió al club a mediados de 2023. Y que hasta aquí no consiguió darle constancia a su potencial.
Por lo pronto, la bendición de Marcelo Gallardo para que se prorrogue el contrato de Lanzini propició el escenario de negociación entre el agente del futbolista y la dirigencia. Con expectativas de que a cortísimo plazo se alcance un acuerdo por una temporada más y con un ajuste en el salario del enganche de 31 años. Según pudo averiguar Olé, las conversaciones ya están en curso. Con pronóstico de luz verde.
Conversaciones avanzadas para que Lanzini siga en River. PRENSA RIVER
Ahora bien: papelerío al margen, Lanzini deberá refrendar con su aporte futbolístico la apuesta que el Muñeco está haciendo por él al decidir conservarlo en su staff. Y demostrar que la adaptación al fútbol nacional luego de sus nueve años en Europa están completa después de 44 partidos (24 de ellos, como titular).
Por lo pronto, Lanzini dio en el último sprint del año algunas señales de lo que es capaz de brindarle a River. Con el superclásico en la Bombonera como atractivo dosier de validación: el #10 no sólo marcó el gol del triunfo ante Boca -el único grito desde su vuelta- sino que además fue la figura por desequilibrio individual y también conectividad colectiva. Algo que en su momento propició el guiño del Muñeco.
Un deté que consideró, allá por septiembre, que el MVP del derbi había protagonizado “el partido para hacer el clic en la cabeza y tener energía positiva” para terminar de soltarse. Para ser, en definitiva, el Manu que esperaba River.
Ese jugador que el MG en la intimidad siempre confesó que le hubiera gustado dirigir, y al que podrá preparar ahora con una pretemporada bajo su mando y sus estándares. Ya no subiéndose a un tren en marcha sino a uno que espera en la estación de enero.
Ya hay conversaciones para que Lanzini siga en River. PRENSA RIVER