Con la frase «juntos en todo o separados», el presidente Javier Milei aceleró la discusión interna del PRO sobre la estrategia para las elecciones legislativas de 2025, pero su plan encontró resistencia en los gobernadores del partido y aliados, quienes sostienen que los acuerdos deben ser «distrito por distrito» y colaboran así con la postura de Mauricio Macri, líder del partido y verdadero destinatario del mensaje.
«O vamos juntos en todo o vamos separados. Trampas al electorado, no», sentenció el Presidente en una entrevista con Forbes, de la cual trascendió un adelanto. «Los que estamos del lado de las ideas de la libertad, nos ponemos de este lado. Del otro lado no me interesa porque yo no estoy, no tengo nada que hablar con los kukas», agregó.
La frase fue un intento de arrinconar a Macri, preocupado por el deseo que tienen Karina Milei y Santiago Caputo de ganarle al PRO la Ciudad de Buenos Aires, pero también fue un llamado de atención para los gobernadores Rogelio Frigerio (Entre Ríos) e Ignacio Torres (Chubut), a quienes se suman como aliados Marcelo Orrego (San Juan) y Claudio Poggi (San Luis).
Tras los dichos de Milei, en ese pelotón sostienen que «lo lógico es que la negociación sea distrito por distrito», según indicaron a iProfesional fuentes cercana a uno de ellos. Entienden que habrá que ver la situación política puntual de cada provincia, como por ejemplo qué tan fuerte está el peronismo y qué se elige en cada una.
Frigerio y Torres -ambos puros del PRO y hoy líderes de frentes políticos más amplios a nivel provincial- no descartan «ningún escenario», ya sea competir con La Libertad Avanza o cerrar un acuerdo para ir juntos «y lo vienen conversando con Macri», señalaron las fuentes consultadas. En efecto, ambos tienen diálogo con el líder del partido. De todas formas, dejarán la definición para marzo o abril.
Empieza la pulseada entre Javier Milei y Mauricio Macri: ¿cuál es el escenario para el PRO?
En Casa Rosada hace tiempo dejan saber que su plan es una fusión total entre La Libertad Avanza y el PRO alineada con el gobierno de Milei, a la vez que advierten que si eso no ocurre absorberán al partido de Macri porque ya tienen a buena parte de sus votantes y están en condiciones de captar ahora a sus dirigentes. La frase del Presidente marcó el inicio oficial de la negociación bajo presión que quiere llevar a cabo su principal estratega político, Santiago Caputo.
A Macri le precupa principalmente la Ciudad, cuna y bastión electoral del PRO. Entiende que si La Libertad Avanza va con una lista propia y les gana podría ser el principio del fin para el partido a nivel nacional. Por eso dejó correr la versión de que no descarta ser candidato a senador nacional por ese distrito, mientras su primo y jefe de Gobierno, Jorge Macri, prepara el decreto para desdoblar las elecciones porteñas y cuidar la Legislatura ante el avance libertario.
Días atrás, el líder del PRO criticó el «destrato» del oficialismo a su espacio a pesar de la colaboración que le prestó desde el inicio de la gestión y lanzó: «Hay que prepararnos para competir». Sin embargo, en paralelo enfrenta una rebelión en ciernes en la provincia de Buenos Aires, donde el PRO ve más riesgos de perder y quedar excluido por la polarización entre los libertarios y el peronismo gobernante, más si Cristina Kirchner va de candidata.
Allí, referentes de peso como Diego Santilli, intendentes como Diego Valenzuela, Guillermo Montenegro y diputados nacionales por la Provincia a los que se le vence el mandato ven como única alternativa la alianza con el oficialismo nacional y esto, en medio de la tensión entre Macri y Milei, implica un riesgo de ruptura para el PRO.
En ese contexto, la idea de que los acuerdos electorales dependan de cada distrito como plantean los gobernadores a diferencia de la alianza nacional con formato de «fusión» es más útil a la necesidad que tiene Macri de cuidar la Ciudad y evitar a su vez una ruptura que podría ser letal para el PRO que a los planes de la Casa Rosada.
¿Cómo reaccionaron los gobernadores del PRO al ultimatum de Javier Milei?
Para los gobernadores del PRO, hay una cuestión que es clave: ni Entre Ríos ni Chubut votarán legisladores provinciales en 2025. La primera elegirá senadores y diputados nacionales y la segunda solo diputados, pero ni Frigerio ni Torres pondrán en juego su propia gobernabilidad en la Legislatura local. Misma situación tiene Orrego en San Juan. Por eso también evitarán adelantar una definición antes de marzo.
En ese marco, aspiran a usar la gestión como palanca electoral para fortalecer a sus frentes provinciales y proyectarse mejor en el Congreso. Torres gobierna en una alianza que integra al PRO, radicales, peronistas no K y también libertarios. En tanto, Frigerio tiene en Juntos por Entre Ríos un frente de 30 partidos.
La idea es que nada de esto se rompa y por eso no descartan ni el acuerdo ni la competencia con La Libertad Avanza. De hecho, Frigerio señaló el último domingo que si bien «hay molestias» con el oficialismo «porque el Pro fue decisivo para la gobernabilidad de Milei», a él le parece mejor que vayan «en la misma lista los que piensan más o menos lo mismo».
No obstante, esa postura tiene que ver precisamente con la idea que tienen él, Torres y otros gobernadores de mirar la realidad política y las particularidades de cada distrito de cara a la elección. «En Entre Ríos el peronismo está golpeado pero unificado y tiene 30 puntos de base», advierten cerca del mandatario.
Lo mismo ocurre en San Juan, donde Orrego ve fuerte al PJ para los comicios. En cambio, en Chubut se da la situación contraria porque «el peronismo está más debilitado y dividido», según afirman en la provincia. De esta forma, a gobernadores como Frigerio y Orrego tal vez les convendría más encontrar un acuerdo con La Libertad que a Torres.
Cada provincia con su tema: la estrategia de los gobernadores y el desafío para Javier Milei
Sin embargo, la lectura en cada provincia no es tan linea y tiene en cuenta otros factores, como si se eligen solo diputados nacionales, donde los distintos espacios se reparten las bancas de a cuerdo a la cantidad de votos obtenidos, o si también se votan senadores, donde los tres escaños se dividen solo entre el espacio ganador y el segundo.
«En muchas provincias dividir al electorado es sinónimo de revivir al kirchnerismo o personismo, porque con 30 puntos pueden ganar la eleccion legislativa y donde se eligen senadores el escenario se complejiza», evaluó otra fuente del PRO ante la consulta de iProfesional.
Estas diferencias son las que llevan a los gobernadores a pensar en que la estrategia electoral entre el PRO y La Libertad Avanza se defina en función de la situación política de cada provincia. Además, cerca de los gobernadores remarcan que también con esa lógica debería resolverse quién encabezará la lista en donde haya una alianza, si será quién elija el mandatario local o alguien que quieran Milei y su círculo.
Y es que los gobernadores del ex Juntos por el Cambio tampoco quieren resignar, en cualquier escenario, su rol de líderes a nivel local para ir al pie de Milei. Por ese motivo tampoco descartan la posibilidad de tener que competir con La Libertad Avanza y juegan la carta del poder territorial y sobre todo de la gestión propia.
«Si quieren ir solos para sumar más legisladores pueden no ganar ninguna privincia, porque los gobernadores van a jugar con sus listas y van a traccionar», advierten cerca de algunos de ellos, que por estas horas entienden que la pelea más difícil para el PRO está en la Ciudad y en la Provincia de Buenos Aires.
Alerta en el PRO: ¿por qué la postura de los gobernadores es útil para Mauricio Macri?
En cualquier caso, la distancia que ponen los gobernadores frente al ultimátum que envió Milei es funcional a la estrategia de Macri para evitar que La Libertad Avanza se devore al PRO desde la región del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
Así se desprende de la respuesta a los dichos de Milei que ensayó el secretario general del partido, Facundo Pérez Carletti, hombre cercano a Macri, quien remarcó en su cuenta de X que «fue (el jefe de Gabinete) Guillermo Francos quien dijo que había que analizar y observar distrito por distrito la posibilidad de un acuerdo electoral entre el PRO y LLA».
«El PRO no especuló nunca, siempre puso como prioridad que el país salga adelante (…) Lo que sí está claro, es que hay un electorado en común y que en 2025 si hay división el PJ ganará Senadores y Diputados nacionales de arriba», agregó Carletti.
Más tarde, en declaraciones radiales, el dirigente adelantó que el PRO señaló que «el PRO es frentista» y subrayó que «el año que viene las elecciones tendrán una fuerte connotación provincial, es lógico que provincia por provincia se evalúe qué es lo mejor».
La pelea que Javier Milei le plantea a Mauricio Macri: presión de Patricia Bullrich y eliminación de las PASO
No obstante, Carletti también apuntó que «hasta ahora no se avanzó en ningún tipo de discusión» sobre un acuerdo con La Libertad Avanza sino que «al contrario, se retrocedió en ese sentido». Eso es exactamente lo que piensa Macri, que encuentra en el últimatum de Milei la confirmación de que La Libertad Avanza quiere arrinconarlo para absorber al PRO como sea.
En la Ciudad tanto él como Jorge Macri observan a los libertarios preparándose para competir y los alarma que las usinas oficialistas dejen trascender que les gustaría ver como candidata a senadora por ese distrito a Patricia Bullrich, su más dura rival interna que busca insistentemente atraer dirigentes del PRO a las filas del oficialismo nacional.
Después de los dichos de Milei, la ministra sostuvo que «es difícil hablar del PRO en singular» porque «hay miles de dirigentes» y muchos tienen coincidencias hoy del líder libertario. «El 95% del PRO se siente parte del Gobierno», disparó Bullrich y agregó: «Es una elección en la que el cambio tiene que estar del mismo lado. No tiene sentido que el PRO compita con La Libertad Avanza, ¿para que? ¿Para sacarle votos? No les gusta la palabra fusión, pero es una fusión».
A esto se le suma el sorpresivo pase de Diego Kravetz de la gestión de la Ciudad a la SIDE y la forma en la que Milei defendió al jefe del bloque de diputados del PRO, Cristian Ritondo, ante la denuncia por supuestas irregularidades en el patrimonio de su esposa, algo que nadie del partido había hecho, ni siquiera Macri.
En todos esos movimientos y declaraciones Macri lee un intento del gobierno de Milei por vaciar al PRO en el AMBA si finalmente no aceptan la fusión que le proponen. La otra pata de la estrategia es la eliminación de las elecciones primarias (PASO) que el oficialismo promueve en la Cámra de Diputados.
Este viernes Francos insistió con ese tema con el argumento de que eliminarlas implicaría un «ahorro superior a los 150 millones de dólares», entre el 35 y el 40% del gasto total que llevarán las elecciones. Macri y el resto del PRO saben que el objetivo de fondo es quitarles la única herramienta para dirimir la discusión con La Libertad Avanza sin llegar a un enfrentamiento en las urnas que los ponga en la vereda de la oposición ni rendirse incondicionalmente.
Más allá de que -hasta ahora- el oficialismo solo podría aprobar esa ley con el apoyo del peronismo, todos los movimientos de Javier Milei y su tropa en las últimas horas apuntan a arrinconar a Mauricio Macri para forzar una fusión con el PRO a nivel nacional de cara a las elecciones de medio término. Los gobernadores parecen ser la última barrera de resistencia a ese plan, pero el Gobierno ya se muestra dispuesto a jugar fuerte para cumplir su objetivo.