Unión para el progreso: River, por los cuartos de la Copa Argentina y el reencuentro con su juego

27/08/2025 22:25hs. Actualizado al 27/08/2025 23:03hs.

Es paradójico: este River que aún no sabe cuál es su verdadero rostro al momento de mirarse al espejo se puede reconocer en uno: el de su entrenador.

Y la cara de Marcelo Gallardo al cabo del último partido reflejó lo inquietante que está siendo este semestre para el equipo. Un semestre con tantos vaivenes que por momentos desconcierta.

Es en ese contexto que el CARP se apresta a jugar una final de octavos contra Unión. Porque los 90 minutos de este jueves a la noche en Mendoza son -una vez más, y van…- bastante más que eso para una criatura que aún no logra caminar sola. Y acaso más preocupante que aquello, que sigue sin reflejar el ADN de su padre.

River llega al décimo partido tras la demorada cirugía en su plantel con más dudas que certezas. Y lo hace aún sin estar recuperado del todo, teniendo que rendir otro examen cuando a esta altura se esperaba que al menos haya aprendido la lección. Una prueba que es tan peligrosa por el rival como por su ciclotímico presente.

Porque, una vez más, jugará contra un duro oponente pero también contra sus propios demonios: sin desmerecer al conjunto santafesino, el principal oponente de River será River. Su juego. O la falta del mismo.

Con la posibilidad de poner al equipo de gala por primera vez en cancha si la rodilla de Paulo Díaz se lo permite, Gallardo tiene la oportunidad de evaluar a un ataque que entusiasma. Un terceto ofensivo que en el Malvinas Argentinas podría tener su retrasado estreno: si el DT se decide por tirar a la cancha a Colidio-Driussi-Salas, ver el desempeño del ex Inter y Tigre por la derecha será el test dentro del test a apenas tres semanas del partido que desvela al colectivo riverplatense.

Del cruce con Plameiras a River lo separa nada. Por lo tanto, el maridaje de rendimientos y características se da o el Muñeco tendrá que barajar y dar de nuevo para que le coincidan las cartas en la Libertadores.

Pero la Argentina es la otra Copa que lo tiene pendiente. De pasar, estará a tres partidos de otra vuelta olímpica, con la seducción que eso ejerce. Aunque primero lo primero. Y eso es este Unión que de la mano de Madelón disfruta de un oasis en el quinto lugar de la zona A por encima de Boca y Racing y está bastante más aliviado en la tabla de promedios y en la anual de lo que estaba antes de la salida del Kily González. Un equipo intenso, que sabe sus limitaciones, que intenta pelear metro por metro, que buscará aprovechar la pelota parada y que apelará a encontrar alguna filtración a partir de la velocidad de su contraataque.

Puntero en el Clausura, con el obsesivo deseo de seguir su (dificultoso) camino en la Libertadores y uno de los favoritos en esta Copa, River saldrá a jugar en un estadio explotado de hinchas millonarios con el objetivo de seguir siendo uno de los tres equipos que se mantiene en la triple competencia. Aunque su principal propósito es reencontrarse consigo mismo, soñar despierto en lugar de dormirse en los últimos segundos de un partidos ganado, lograr que le fluya el fútbol, conseguir que Maxi Salas sean todos, volver a ser el River de Gallardo.

El famoso River que va por Unión, pero más que todo por el progreso en su juego.

Las probables formaciones

Unión: Tagliamonte; Vargas, Rodríguez, Fascendini, Corvalán; Palacios, Pittón, Martínez, Del Blanco; Fragapane; y Estigarribia.

River: Armani; Montiel, Martínez Quarta, P. Díaz o Rivero, Acuña; I. Fernández, E. Pérez, Galoppo; Salas, Driussi y Colidio o Quintero.