En la desesperación por las divisas, el Gobierno de Javier Milei avanzó con la medida de «retenciones cero», pero se transformó en exprés. En sólo tres días se agotó el cupo de 7.000 millones de dólares de liquidación al 0 por ciento.
La administración Milei había anunciado que la medida iba a estar vigente hasta el 31 de octubre, pasada las elecciones legislativas, pero en la letra fina se aclaraba la precisión: o hasta alcanzar el tope dispuesto por el Ejecutivo nacional.
El arco opositor lanzó su embate contra el poder libertario, pero también algunos expertos, advirtieron de una jugada que solo terminó favoreciendo a las cerealeras exportadoras, y no llegó al productor, debido al diseño que tuvo la normativa de la Casa Rosada.
Entre los radicales que aún siguen del lado de la oposición dialoguista, se pronunció el diputado nacional Rodrigo de Loredo. El parlamentario cordobés tomó distancia del Gobierno de Milei tras fracasar en su intento de sellar una alianza electoral, pero todavía defiende las medidas económicas del mandatario libertario, aunque rechaza el ajuste en áreas sensibles.
El referente boina blanca con tonada entiende que la gestión Milei aplicó la medida para evitar «una corrida que habría sido un caos«, pero al mismo tiempo, le exige al gobierno que «se frene con la ley» la especulación.
«La decisión del gobierno de bajar las retenciones evitó una catástrofe mayor. En la corrida cambiaria en apenas tres días se fueron 1.100 millones de dólares de nuestras reservas», advirtió De Loredo en un mensaje que compartió en sus redes sociales.
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«El costo fiscal de la medida granaria es de USD 1.200 millones de dólares, es mucho, pero aun así mucho menor que el costo de una corrida que quemaba 500 millones de dólares por día. Entre dos males, se eligió exitosamente, el mal menor», opinó el radical.
En su postura, De Loredo señaló que «en un país donde casi siempre que hay problemas se acude al campo subiendo retenciones que esta vez se bajen es por lo menos mejor». No obstante, afirmó: «Está claro que esto no es una política agropecuaria».
Al respecto, el jefe de la bancada UCR en la Cámara Baja destacó que «el campo necesita previsibilidad y horizontes de inversión«, y cuestionó que «con estas idas y vueltas la producción se convierte en una timba y eso multiplica la incertidumbre».
Por último, al subir el tono de su crítica, el diputado le reclamó al gobierno libertario que aplique la Ley 26.351. «Que se frene el abuso de las exportadoras para que los beneficios lleguen a los que producen», acentuó. La norma mencionada obliga a los exportadores a demostrar que tienen el grano antes de declararlo. «Esa ley está vigente y tiene que aplicarse», completó en su demanda al poder central.
Antecedente
De Loredo hizo alusión a lo que pasó en 2018, cuando la Secretaría de Agroindustria dictó la Resolución 20, donde se comprobó que empresas como Amaggi, Alimar, Alicampo y OCA Cereales no acreditaron la tenencia de la mercadería, entonces comunicó a la AFIP para que se le aplique la alícuota mayor de retenciones.
«Ese antecedente prueba que la ley se puede aplicar y frenar la especulación de exportadoras como Bunge, Cargill y Dreyfus que inscribieron ventas al exterior con retención cero en 48 horas sin tener los granos y se hicieron de todo el beneficio: un escándalo», concluyó el legislador nacional.
Oposición dura
En la otra vereda, el candidato a diputado nacional Ramón Mestre (Lista 3-UCR) cargó duro contra el accionar del gobierno de Milei ante la medida que «beneficia a los grandes exportadores en desmedro de los productores agropecuarios», apuntó.
«Esta medida es un acuerdo total y absoluto con los exportadores. Las retenciones son el precio que le sacan al productor y se queda el Estado; ahora, lo que antes se llevaba el Estado, se lo terminan quedando las cerealeras», aseveró.
Según el esquema oficial, se anunció la baja de retenciones por 40 días o hasta alcanzar 7.000 millones de dólares -esto último es lo que pasó- «para que los exportadores adquieran unas 15 millones de toneladas», dijo y añadió: «Pero los exportadores compraron apenas 3 o 4 millones, ya tenían stock y ahora salen a comprar con retenciones para exportar sin retenciones”.
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Al poner la lupa en la situación que quedó expuesta, Mestre remarcó: “En la práctica, el productor se ilusiona con recibir más, pero esa diferencia queda en manos de las exportadoras. Esta operatoria es un embudo que transfiere recursos del productor a los grandes exportadores bajo la fachada de una reducción de retenciones. Es un manotazo a la renta del campo disfrazado de alivio”, fustigó el opositor.
Al redoblar su crítica contra el poder libertario, el radical sin peluca expresó que «Argentina necesita reglas claras, políticas previsibles y para esto hace falta un Banco Central independiente, no como ahora que se hace la misma utilización que hacía (Sergio) Massa o los K con el dólar futuro”.
«El gobierno hace populismo monetario atrasando el tipo de cambio a costa de la producción. Así es imposible crecer», sentenció el radical cordobés al tiempo que advirtió que la Casa Rosada «termina haciendo desajustes en sectores donde no debería». «Lo que necesitamos es previsibilidad para crecer, no más acuerdos a espaldas del interior productivo», concluyó Mestre.